Eslovaquia ha sido independiente desde el 1 de enero de 1993, año en el que se consumó su separación de la República Checa. Antes formaban parte de un único estado, Checoslovaquia.
Sin embargo hoy se dice y corren especulaciones de que una parte no minoritaria de la población echa de menos la época comunista. ¿Acaso es la crisis que ha arreciado con severidad en el centro de Europa? ¿O, tal vez y simplemente, es que antes se vivía mejor de lo que se vive ahora, por las razones “que sean”?
Sabemos que una gran parte de los eslovacos considera que se vive peor ahora que en los tiempos pasados del Comunismo. Así es como una encuesta mencionaba este tema – hace ya algún tiempo – en la que alrededor de 50% de la población piensa o pensaba que se vive peor ahora que antes.
No es el objeto de este artículo escribir sobre si es lo que busca o no un pueblo: el bienestar económico o si tal vez sean otras cosas. Pero es un dato que llama la atención y que nos hace querer indagar más sobre cómo era el pasado comunista de Eslovaquia.
Esta república la cuál, demos cabida al dato, se constituyó como Estado independiente por primera vez siendo un estado satélite nazi, esto es, siendo la primera Republica eslovaca entre los años 1939 y 1945, liderada por el sacerdote católico Jozef Tiso Jozef Tiso (en húngaro: Tisza József; 13 de octubre de 1887 – 18 de abril de 1947) fue un sacerdote católico que fue diputado del Parlamento checoslovaco, miembro del gobierno checoslovaco y finalmente, entre 1939-1945, presidente de la República Eslovaca Independiente, aliada de la Alemania nazi. Después de la Segunda Guerra Mundial, Tiso fue ejecutado por las autoridades checoslovacas..
Europa 1939 – 1946
Y aunque otras fuentes se dan prisa en mencionar que son sobre todo ancianos y gente con pocos recursos o sin empleo las que añoran los tiempos pasados, tan mal no se viviría, se podría pensar, si tanta gente está de acuerdo con que antes se estaba mejor incluso en el medio de un régimen totalitario.
Y es que si ya hemos mencionado que el primer Estado eslovaco fue durante los tiempos de la Segunda Guerra Mundial y del nazismo, las revoluciones de 1989 fueron las olas revolucionarias que liberaron en otoño de ese año a los entonces estados satélites soviéticos, del – para algunos – yugo soviético hasta dar pie, con el tiempo, al segundo Estado eslovaco de la Historia: ni más ni menos que el que tenemos hoy.
Europa 1989 – 1993
Estas mencionadas revoluciones, no fueron sólo en la antigua Checoslovaquia sino que vendrían a representar también, en eventos como la caída del muro de Berlín y pasando por países como Hungría, Bulgaria, el derrocamiento del régimen rumano y la ejecución de su jefe de Estado, Nicolae Ceausescu Nicolae Ceausescu (Scornicești, Reino de Rumania, 26 de enero de 1918 – Târgoviște, Rumania, 25 de diciembre de 1989) fue un político comunista, presidente de Rumania y presidente del Consejo de Estado de Rumania. Gobernó la República Socialista de Rumania desde 1967 hasta su ejecución en 1989 y fue secretario general del Partido Comunista Rumano en el periodo 1965-1989., el principio del fin para la URSS.
Por supuesto esto hizo que cambiara muchísimo el paisaje geopolítico del continente, e incluso a nivel mundial. Todo ello porque, como sabemos, en aquellos tiempos de la Guerra Fría más de una vez había estado a punto de saltar la chispa que hubiera echado a perder los esfuerzos constructivos del mundo por crear una civilización más avanzada.
Así ahora, con la temporada de fuerzas soviéticas en estos Estados tocando a su fin, se abriría una nueva expectativa con la que llegarían a soñar también quienes serían un futuro Estado que se dividiría en dos, esto es, la República checa y Eslovaquia: la antigua Checoslovaquia.
Y hemos pasado por el comunismo, por la escisión de un país y nos dirigimos al capitalismo. Tal vez vamos demasiado rápido en los tiempos, pero puede que así fuera también la intención histórica de esta, si cabe, histórica decisión. Esto es, la de dividir un Estado en dos nuevos países de manera pacífica.
Escisión puesto que hay fuentes que hablan de que los eslovacos en realidad preferían separarse de la República Checa, para así tener mayor independencia a la hora tomar decisiones políticas, en contraposición a si se limitaran sólo a seguir mandatos de Praga.
Y es que, al parecer, amplios sectores de la población pensaban que era en Praga donde el gobierno checoslovaco dejaba toda la parte buena, al menos la empresarial, siendo Eslovaquia una parte menos desarrollada, a la vez que contaminada y con menor peso económico. Un mal negocio para el pueblo eslovaco.
Así, entre sueños de prosperidad y una melancolía todavía no vista, los eslovacos trazaban su ruta hacia la buena suerte, pues por lo menos ya no tendrían que ser la hermana pobre y tendrían además una capacidad incrementada de tomar sus propias decisiones.
Pero, volviendo a los tiempos del comunismo, algunos representantes gubernamentales como la ex-primera ministra Iveta Radičová Iveta Radičová (nacida el 7 de diciembre de 1956) es una política eslovaca, que fue Primera Ministra de Eslovaquia. Radičová nació en Bratislava (en ese entonces parte de la desaparecida Checoslovaquia y actualmente capital de Eslovaquia) el 7 de diciembre de 1956; ella estudió sociología en la Universidad Comenius de Bratislava y en la Universidad de Oxford (en el Reino Unido), graduándose en 1979. Entre 1979 y 1989 trabajó en el Instituto de Sociología de la Academia Eslovaca de Ciencias., han mencionado que es cierto que gran parte de la población percibe el pasado, en relación con el capitalismo de hoy, como un paso fallido que se extiende por los cuatro vientos.
No solo, independencia mediante, supuso una gran crisis en el mercado laboral destruyendo un gran número de puestos de trabajo, sino que también pasaron de tener un sistema a otro.
Un nuevo sistema, el capitalismo, en el que si bien no censuraba la religión ni otras ideologías o valores, la libertad que ganaron se tradujo a la hora de la verdad en que no existía una mejor vida para todos.
Atrás en la memoria de sus ciudadanos quedaron las filas para comprar ciertos alimentos escasos, sus curiosas modas y los inventos de fabricación soviética. Good Bye, Lenin! Good Bye, Lenin! Película alemana de 2003, dirigida por Wolfgang Becker, cuyo reparto incluye a Daniel Brühl, Katrin Sass, y Chulpan Khamatova. La mayoría de las escenas fueron tomadas en la Karl-Marx-Allee en Berlín y alrededor de las Plattenbauten cerca de la Alexanderplatz., esta vez desde Eslovaquia.